Esbozando el vestido de la novia
El caso es que, cuaderno en mano y tras haber leído De qué hablamos cuando hablamos de estilo, me presenté en el madrileño taller de Lorenzo Caprile para hablar de cómo deben elegir las invitadas su look y, por su puesto, acertar. Entre respuesta y respuesta, me llevé de regalo pequeños consejos del genio de la costura que me han sido de gran ayuda.
Antes de lanzarte a la caza y captura de tu vestido de novia, te recomiendo darle una lectura a De qué hablamos cuando hablamos de estilo, de Lorenzo Caprile. Además, puede ser una fuente de inspiración también para la madrina, la madre de la novia y las invitadas.
- La elección del vestido de novia no es el momento de seguir las tendencias ni ser original. Si te sienta bien un patronaje más clásico, olvídate de diseños ultramodernos y sé fiel a tu estilo. El espejo es tu mayor aliado.
- Menos es más. Presta atención a los accesorios y mímalos con el mismo cariño que el resto del look.
- Acude a probarte vestidos con tu padre, tu hermano… Sí, con hombres. Ellos te darán una opinión sincera. Muchas veces, las mujeres piensan más en lo que a ellas les gusta que en lo que a ti realmente te favorece.
- No te dejes llevar por «falsas» promesas. ¿A qué se refiere? Principalmente a esa idea de que vas a perder peso de aquí a tu boda. Si no lo consigues y había un vestido más adecuado para esos kilos que te sientan tan bien, ¡qué pena haberlo dejado pasar!
- Ten en cuenta el tipo de boda y el lugar de celebración (si será una Iglesia o un juzgado), la estación del año…
En busca del vestido de novia perfecto
Antes de comenzar mi particular peregrinación por diferentes talleres de novias (pronto os hablaré de ello), me dediqué a recortar ideas, repasar pasarelas y desfiles de Alta Costura, a pensar en los accesorios que me gustaría llevar, al peinado y maquillaje por el que apostar… Además, conté y cuento con la inestimable ayuda de mis compañeras quienes, volcadísimas en mi boda, me pasaban enlace tras enlace a páginas repletas de inspiración.
Los accesorios pueden redondear un look o arruinarlo. Por ello, hay que prestarles atención desde el momento que comienzas a buscar el vestido de novia perfecto.
Poco a poco, seleccionando de aquí y descartando de allá, elaboré un moodboard en el que combinaba vestidos y accesorios que realmente me enamoraban para poder acercarme más al look perfecto.
Más allá del vestido de novia, hay otros muchos elementos que terminan redondeando el look del gran día. Desde el tocado hasta los zapatos – que personalizaré para lucir un par realmente especial para mí-, pasando por el perfume. Sí, a este último le doy gran importancia: para empezar, porque mi fragancia forma, al igual que la moda, parte de mi estilo, y porque estarás de acuerdo conmigo en que no encaja nada, por ejemplo, un aroma demasiado agresivo con un look romántico, ¿verdad?